Miguel de Servantes Saavedra - La Fuerza de la Sangre
Alerta de Spoilers! - La fuerza de la sangre es una novela corta que me leí en honor a un club de lectura en el que espero participar, hace parte de la selección del Siglo de Oro y está escrita por Miguel de Cervantes Saavedra. Muy a mi pesar debo confesar que jamás he leído ni tenido la intención de leer el Quijote.
La novela tiene un lenguaje español característico de la época, lo que se traduce en una leve dificultad para entenderla, no obstante es una historia que avanza rápido y la historia no tiene mayor dificultad.
Se trata sobre una joven que es raptada delante de su familia por un joven desconocido y se la lleva a su casa quitándole la honra mientras ella está desmayada (El resumen para mi memoria lo pondré al final).
Me llama la atención que cuando despierta deshonrada da un largo discurso explicando lo grave q es perder su honra y lo explica con una serenidad que me parece increíble pidiendo además ser asesinada.
Otra cosa que me atormenta es que al final de la historia ella se pone feliz por casarse con su violador ¿cómo es posible que la virginidad de la mujer fuera tan importante a tal punto? ¿Cómo es posible que la varonilidad sea tan fácilmente aceptada aún hoy en día? No había castigo por ser un violador. Y hoy… bueno no sé hoy por hoy, pero hay demasiado culto al sexo que se me confunde.
Ahora bien, que me sorprenda todo lo anterior simplemente me hace ciudadana de la modernidad, porque entiendo que es una novela del siglo XVII y el honor de la mujer primaba sobre todas las cosas. Mucho hay por analizar con respecto a los roles en el matrimonio y como ha cambiado todo desde entonces. Dejo esto que encontré con respecto que Leocadia:
“El personaje de Leocadia nos permite, como hemos dicho antes, acercarnos a la situación de las mujeres en los Siglos de Oro. Era habitual en el siglo XVII considerar que todas las mujeres, a excepción de la Virgen María, eran las hijas de Eva, malas por naturaleza y culpables por llevar la mancha y la provocación en el cuerpo. Esta imagen impulsó en la época barroca un control aún mayor sobre la mujer por ser la depositaria del tesoro más grande del hombre en el siglo XVII: el honor.
El honor constituyó un principio de ordenamiento social porque a cada persona y a cada cosa les adjudicaba un lugar que debía ser inamovible. De esta manera, las mujeres del XVII tenían asignadas tres funciones: ordenar el trabajo doméstico, perpetuar la especie humana y satisfacer las necesidades de su esposo. El matrimonio era el propósito vital más importante para una mujer, puesto que iba a determinar no solo su identidad, sino también su modo de vida.”
Transcurre en Toledo, una familia noble regresa a casa. Se encuentra por el camino de regreso unos jóvenes y el líder se llamaba Rodolfo. Los jóvenes se quedaron mirando a la madre, a la hija y a la criada, el anciano le reprocho y los jóvenes le hicieron burlas. Rodolfo se quedó perplejo de ver a la hija del anciano llamada Leocadia y junto con sus secuaces la raptaron. Abusó de ella y Leocadia encuentra un crucifijo de plata y se lo guardó porque era el único testigo de su deshora. Rodolfo la deja ir. Le cuenta a su familia lo sucedido y tiempo más tarde ella está embarazada, pero su familia no se lo dice a las autoridades para no desprestigiar su honra, el niño se llamó Luis como su abuelo y sus abuelos le enseñaron a escribir y leer en latín y romance y escribir con buena letra para que fuese un hombre sabio.
Un día cuando su abuela le manda que fuera a un lugar, un caballero le atropella con su caballo, uno de los caballeros le recoge del suelo, sangrando y lo lleva a su casa porque le recuerda mucho a su hijo, cuando Leocadia reconoce el lugar, le dice a la mujer que ahí vivía una llamada Estefanía, que de ese lugar extrajo un crucifijo y todos los datos cuadraban. Rodolfo vuelve de Italia por mandato de su madre. Cuando volvió Rodolfo, la madre le dijo que había encontrado una mujer para él, noble, enseñándole un retrato, la del retrato no era Leocadia, era un escarmiento que le dio la doña Estefanía a Rodolfo y al ver a la joven con su hijo, se quedó perplejo, la joven se desmayó y él al rato también, El cura los iba a casar en breve, y Leocadia estaba muy contenta y con mucha felicidad de haber recuperado su honra.
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