Virginia Woolf - Un cuarto propio
Es un libro insignia para el feminismo y el desarrollo de la mujer. A veces se nos olvida que una larga lucha de género nos ha permitido estar donde hoy estamos.
Y si es cierto la frase insignia de Virginia Woolf, porque definitivamente "para escribir novelas, una mujer debe tener dinero y un cuarto propio", no se puede perder el tiempo siendo mujer. "La independencia intelectual depende de cosas materiales. La poesía depende de la libertad intelectual. Y las mujeres han sido siempre pobres, no solo por doscientos años, sino desde el principio del tiempo". Virginia marca una pauta feminista fuerte y contundente de la importancia de la mujer y su desarrollo intelectual.
El libro es un ensayo sobre la condición femenina, que se ha convertido en un icono de la literatura del siglo XX. Escrito en 1929, pone sobre la mesa unos temas que aun hoy son objeto de debate, como la dependencia económica de la mujer con respecto al hombre, el cuidado de la familia y la figura de la mujer como musa inspiradora del artista pero con poca presencia en la práctica de la creatividad.
Lo oí por audiolibros, pero tengo las frases que me gustaron señaladas en mi libro físico.
"Démosle un cuarto propio y quinientas libras esterlinas al año, dejemos que diga lo que quiere y elimine la mitad de lo que ahora pone, y escribirá un libro mejor, uno de estos días. Será una poeta, dije, colocando en la punta del estante Lifes Adventure, por Mary Carmichael, dentro de cien años".
"Es notable, pensé, guardando el cambio en mi cartera, la transformación que una renta fija opera en el carácter de las personas. No hay fuerza humana que me pueda arrancar mis quinientas libras".
Aquí va el motivador final para todas las mujeres que nos gusta escribir y vivir:
"Pero vive, porque los grandes poetas no mueren: son presencias continuas; solo precisan una oportunidad para andar entre nosotros de carne y hueso. Pienso que en breve, ustedes le podrán ofrecer esa oportunidad. Porque mi credo es que si perduramos un siglo o dos -hablo de la vida común que es la verdadera y no de las pequeñas vidas aisladas que vivimos como individuos- y tenemos quinientas libras al año y un cuarto propio; si nos adiestramos en la libertad y en el coraje de escribir exactamente lo que pensamos; si nos escapamos un poco de la sala común y vemos a los seres humanos no ya en su relación recíproca, sino en su relación a la realidad; si miramos los árboles y el cielo tales como son; si miramos más allá del cuco de Milton, porque no hay ser humano que deba taparnos la vista; si encaramos el hecho (porque es un hecho) de que no hay brazo en que apoyarnos y de que andamos solas y de que estamos en el mundo de la realidad y no sólo en el mundo de los hombres y las mujeres, entonces la oportunidad surgirá y el poeta muerto que fue la hermana de Shakespeare se pondrá el cuerpo que tantas veces ha depuesto. Derivando su vida de las vidas desconocidas que la precedieron, como su hermano lo hizo antes que ella, habrá de nacer. Esperar que venga sin esa preparación, sin ese esfuerzo nuestro, sin esa resolución de que cuando renazca le será posible vivir y escribir su poesía, es del todo imposible. Pero sostengo que vendrá si trabajamos por ella y que vale la pena trabajar hasta en la oscuridad y en la pobreza". p.145
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